Sostenibilidad - Vie, 18/03/2022 - 02:46

Replantear el reciclaje para obtener un mayor impacto

Los consumidores suelen ser fieles a las marcas que les gustan. Sin embargo, la demanda de un comercio sostenible está en su punto más alto, lo que hace que estén cada vez más dispuestos a cambiar su lealtad hacia una marca más respetuosa con el medio ambiente. Los empaques sostenibles son una prioridad para el 43% de los compradores, aunque solo el 14% de todos los empaques de plástico se recogen actualmente para su reciclaje.[1]

Para ayudar a los consumidores a adoptar estilos de vida más respetuosos con el medio ambiente, los minoristas deberían empezar por asegurarse de que implementan y optimizan los programas de reciclaje.

El desafío en el reciclaje

Muchas empresas con visión a futuro ya están haciendo su parte para reducir y reutilizar los residuos de plástico. Por ejemplo, el programa de recompensas Loop exige a los clientes que paguen un depósito por sus envases, que se reembolsa cuando se devuelven para rellenarlos. No es de extrañar que Loop tenga una tasa de devolución de más del 80%. Un informe de 2019 descubrió que las tasas de reciclaje de botellas de vidrio son un 40% más altas en los estados de los EE. UU., donde se incluye un depósito reembolsable en el costo de la compra.[2]

Sin embargo, la aceptación de este tipo de programas sigue siendo baja tanto entre los minoristas como entre los consumidores, ya que hacer recaer la responsabilidad del reciclaje en el consumidor puede causar otros inconvenientes. Es necesario conocer bien qué se puede reciclar y dónde; de lo contrario, los residuos pueden acabar en el vertedero o ser incinerados. Muchos consumidores ni siquiera saben, por ejemplo, que sus productos textiles domésticos pueden ser reciclados; una Convención BIR reciente estimó las tasas de reciclaje de productos textiles domésticos en un 26% en Europa, un 15% en China y un 12% en Estados Unidos.[3]

Aunque las empresas no pueden ser las únicas responsables de resolver la crisis mundial de los residuos, sí tienen una influencia significativa. A través de programas de reciclaje claros, transparentes y convenientes, pueden impulsar la acción y lograr un cambio real. La mejor manera de que las empresas responsables se aseguren de que están haciendo todo lo que pueden -de manera eficaz y eficiente- es realizar auditorías independientes de terceros en el sector minorista.

Las ventajas de las auditorías personalizadas en el sector minorista

Bureau Veritas ofrece asesorías personalizadas para el sector minorista que van desde la conformidad de la red hasta las auditorías de los programas de reciclaje. Para el reciclaje, la clave del éxito es crear un programa centrado en el cliente. Tiene que incentivar a los consumidores a reciclar, facilitarles la tarea, reflejar las necesidades locales y culturales y generar un cambio de comportamiento a largo plazo.

Una típica auditoría de reciclaje en el sector minorista podría implicar una auditoría in situ en las tiendas con una lista de comprobación específica para evaluar los diferentes elementos implicados, desde los puntos de recogida hasta los centros de reciclaje. Las ventajas de las auditorías personalizadas son múltiples.

Ofrecen a los minoristas una visión general eficaz del proceso de reciclaje y les permiten supervisar las prácticas locales de las tiendas para garantizar que las directrices se aplican correctamente.
Ayudan a garantizar que los programas de reciclaje sean completos y que los clientes reciban un servicio coherente.
En última instancia, el objetivo es aumentar las tasas de reciclaje y reducir la huella medioambiental.

Donde Bureau Veritas añade valor

Las auditorías de Bureau Veritas, incluido nuestro exclusivo servicio de comprador incógnito, ayudan a identificar los puntos débiles de un minorista y a garantizar la coherencia de la marca y el servicio. Se aseguran de que los clientes se centran en el negocio clave mediante la subcontratación, la supervisión de las prácticas de la tienda y la comprobación de que las directrices se aplican correctamente.

El resultado final es la capacidad de controlar y reducir el impacto medioambiental, al tiempo que se obtienen los beneficios de una mejor imagen de marca, junto con la confianza y la fidelidad de los clientes que inspira.